Deseando amor...

Imaginando que el amor se algo que pudieras tomar, decidí incluirlo en mi rutina diaria: me prometí a mi mismo amar, sentir pasión y aferrarme a la idea del amor. Cuando empiezas y ves que no hay un rumbo fijo, comienzas a cuestionar. Es normal, sobre todo después de haber pasado por el desamor. Lo anormal es quedarte ahí, ya sea estancado en el amor o estancado en el desamor. De cualquier forma al ir pasando por ello vas encontrando diferentes niveles de dificultad para asumirlo y darlo a entender. No siempre es fácil asumir las emociones para uno mismo... y menos hacerlas entender al mundo.

Tratando de encontrar y definir mis emociones, voy encontrando sentimientos en el camino. Conociendo personas especiales y emociones excitantes, cautivadoras y nuevas... reconocibles, pero quizás renovadas por lo nuevo que hay por descubrir en estas personas.

Y siempre hay algo en común... Mi gran deseo por complacer. Esa sensación de querer trasmitir seguridad y de hacer sentir a la otra persona lo mucho que me importa. Ya sean simples detalles, palabras o acciones que despiertan una sensación mas que celestial cada vez que veo un rostro corresponder con placido recibimiento a mi instinto de dar.

Y en este menester... descubrí también lo que siento que debo obtener. y eso lo dejaremos para otro post...