viernes, 18 de septiembre de 2009

Delirios con sabor a naranja y la semiótica del vóley

Por Chechieme de Agua de Manzana

Es raro escribir en un blog ajeno. En primer lugar tiene un sabor de trámite burocrático. Nada de acceso a la carnecita (contraseñas) pero sí de dar todo lo que tengas.

El caso es que el dueño de este circo (Lalo) me ha pedido una suerte de toma y daca: él me hace un favor, yo le colaboro. Bueno, el tema de colaboración salió de una tarde de domingo en el que, apoltronados frente a la tele y bien surtidos de canchita y kanú veíamos el vóley. Mientras mirábamos la rápida despachada de República Dominicana a nuestras sufridas matadoras algo fundamental se removió. Algo que ni los comentarios idiotas de Felipe Mantequilla (o ya, Phillip Butters pues alienado) se las podría siquiera oler. ¿Eureka? No lo sé.

¡¡Doña Bárbara tus rollos!!

El caso es que nuestro gran descubrimiento vino de la observación. De la forma cómo se organizan y nombran las cosas en el vóley. Y se trata de nada menos que el lenguaje, de cómo la forma de llamar las cosas en ese deporte toma 1, 2, hasta 3 sentidos diferentes según cuán podrida esté tu mente lo que en nuestro caso es……mucho.
Y es que cuando te pasas horas viendo cómo en un partido se mencionan cosas como: punto, jugadora, servicio, la coja, tirar, punta, bloque y extremo es bien difícil que no se me salga el rollo feminista con bigotes y axilas peludas incluidos y que al buen Lalo no se le remueva el estrógeno de la indignación para reclamar por qué diantres un deporte tan inocente y sano tiene esas lecturas. Esto, sumado a que por algún motivo las jugadoras peruanas tienen mucho poto (¡¡que viva la comida peruana!!) nos hace presas fáciles de la posesión por los monstruos aquellos de los que hablo.

El cazapotos al ataque

Por esto y muchas cosas más…..ven a mi casa esta navidad….no, mentira. Por esto y muchas otras cosas más, el monstruo feminista peludo y bullente de estrógeno (cosa fisiológicamente imposible porque si eres peluda no puedes bullir de estrógeno pero ignoren ese detalle) exige una explicación, como Condorito. Y por eso reclamamos, para que todo vuelva a su lugar, lo siguiente:
Que Rafa Camet cambie su apellido: No es posible que este haga referencias tan explícitas, no señores. Por ello reclamamos que lo cambie por otro tipo de mobiliario: sillet, meset, entre muchos otros, así que no hay excusa mamita.

Dije Rafa Camet, no Rafa Carrá….

Que el punto se llame “anotación hecha a través de una jugada con la mano”: mmm, en verdad no. Cambiémoslo por GOL.

Folsvaguen gol

Cambiemos el servicio por “sí se puede”: Porque hay que mantener la fe en el punto peruano (wtf?) Y de paso que se bajen un poquito la net porque así no es varón.

A que sí

Que jueguen con el pie: Para evitar ver el espectáculo de siempre: chatas nuestras vs. Grandotas ajenas. Y Patadita Keldibekova sería al fin la reina del vóley.

Saca camote con el pie

Pero obvio, sabemos que esto no pasará. Y que tal vez esa revelación correspondió más a un delirio multicolor causado por un kanú pasado y unas canchitas recocidas….y por cierto….¿Aún existe kanú? ¿Hay tang? ¿Seúl 88 ya pasó?...qué horror, creo que en serio ya quemamos Lalito….

No hay comentarios: