Desde el fondo de mi corazon...

De como ir perdiendo batallas mentales...

Yo solía amar a lo loco. Amar solo por el hecho de sentir que amaba. Amaba egoistamente. Es una de las emocionas mas raras que he sentido... cuando sueles decir algo que en realidad sabes que no es cierto pero sin embargo te mientes una y otra vez. Así fui de adolescente, algo burdo. Fui alguien que hacia muchas cosas "a tontas y locas". No había aprendido a preguntarme a mi mismo que era lo que en realidad quería, lo que necesitaba... Creía tener todas las respuestas, bloqueando todo aquello que pudiera parecer importante. No me importaba tener algo importante. De hecho, ni me importaba yo mismo.

Cuando deje la carrera que estaba estudiando, lo sentí: Sentí que perdía algo importante. Y me dolió. Me dolió por las razones incorrectas: había depositado tantas expectativas y me decepcioné de una carrera, de un padre y sentí que todo el mundo me dejaba. Me decepcione

de todos. Pero lo peor es que no sentí la fuerza de luchar por lo que quería. Simplemente me rendí sin luchar.

Una de las explicaciones que encuentro a esto (y digamos justificaciones para no sentirme mal), es el hecho de no saber como manejar mi vida. Tenia solo 17 años. No había amado mas que por amar. Entonces, al amar algo por lo que era en realidad, me sentí decepcionado de tener que alejarme en contra de mi voluntad de ello. Es cuando recapacité sobre ello, cuando empezó un cambio en mi.

Desde entonces, he decidido amar... amar con todas mis fuerzas y aferrarme al amor. Pero no solo por amar, amar a alguien por lo que es y no resignarme a perderle. Amar a mis amigos, por el apoyo incondicional que compartimos. Amar, por el hecho de que me amen, porque los amo... Hacer que esas cosas insignificantes de la vida que nos llenan ese universito personal, esten llenas de amor, de nosotros a ellas y de ellas a nosotros.

Es por eso que hoy me haré dos promesas:

NO VOY A RENDIRME.

NO VOY A TENER MIEDO DE AMAR.