lunes, 19 de octubre de 2009

Como agua y aceite: Cruda critica a Brightman.

Son dos elementos que no se mezclan por naturaleza, por más que uno trate de conseguirlo. Y la soprano británica podrá vender cientos de miles de discos por el mundo, pero en vivo tampoco lo logra.

"Usté no es ná / ni chicha ni limoná" decía uno de los clásicos de Víctor Jara, y el estribillo rebota en la cabeza tras ver a la soprano inglesa Sarah Brightman, la clase de artista que puede tapizar paredes y paredes de discos de oro, por la discutible hazaña de haber fundido música clásica y pop. No es sencillo, claro, y por los encendidos aplausos que provocó en el Movistar Arena ante ocho mil personas, Sarah emociona, sobre todo cuando se inclina hacia parajes musicales doctos. El problema está en la otra orilla, cuando llega a la música masiva.

Ahí diluye a tal punto el nervio y la emoción, que sus interpretaciones calzan perfectas para imaginarlas como fondo musical de un spot donde se oferta un vehículo familiar. Cuando piensa en pop, Brightman busca un tono suave y en extremo edulcorado, mientras elige versionar material sin riesgo alguno: "Dust in the wind" de Kansas, "Who wants to live forever" de Queen, "Hijo de la luna" de Mecano y "What a wonderful world" de Louis Armstrong.



La presencia de una banda cargada al rock pesado, que se relacionó como agua y aceite con la orquesta y coro, hizo de aquellos covers un maridaje aburrido, siempre contenido, como suele ocurrir con estas apuestas crossover, colmadas de clichés y transacciones donde se termina borrando el ADN de uno de los géneros involucrados.

Por cierto, la reacción del público fue más efusiva al turno de material clásico como "Nessun dorma" de Giacomo Puccini, el momento más aplaudido al cierre del primer acto. Algo decía que ahí está el verdadero corazón musical de Sarah Brightman, y no buscando aprobación en las amplias avenidas del pop.

3 comentarios:

gaby dijo...

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Anónimo dijo...

Una critica sin pies ni cabeza... no diré mas...

Anónimo dijo...

Criticas sin fundamento alguno, los arreglos son excelentes, los musicos excelentes y la voz de Sarah es fabulosa, simplemente perfecta.