sábado, 31 de octubre de 2009

LOS ULTIMOS DE LA FILA: Cronica del concierto de Sarah Brightman - Parte 1

Horas antes de uno de los mejores conciertos de nuestra vida, las cosas parecen ir encajando como en un rompecabezas...

Por LuisFe Rojas.


Tuve la mala suerte de enfermarme justo un día antes del concierto de Sarah Brightman (aquella tan afamada soprano británica), aquí en Perú. Pero aquello no iba a ser impedimento para que yo fuera, al menos, en plan de vieja chismosa y escuchara todo el concierto descaradamente desde afuera del Jockey Club, y si se la podía ver (al menos en miniatura), mucho mejor.

Afortunadamente tras varios rounds de boxeo interno entre mi sistema inmunológico, y mis recién adquiridas bacterias, más un par de pastillas que me dieron en la academia, me vi librado de los fastidiosos síntomas. Me sentí lo suficientemente bien para ir, y no desfallecer en pleno show, así que lo primero que hice al llegar a casa fue contactarme con Lalo, su dulce tía Ana, y Jhonatan-Osito, quienes serían mis compañeros y testigos en ese juego de azar con el destino.

Y después de que Jhonatan consiguiera una entrada a preferencial por obra y gracia de su tío, y yo fuera casi atropellado, todos nos encontramos en el lugar pactado y comenzamos a ir hacia el Derby. Lo malo de ser despistado (y tener fama de serlo) es que cuando por fin sabes una ruta, la gente no te quiere hacer mucho caso, que digamos. Anyway, conforme avanzábamos, iban confiando cada vez mas en mí. Después de casi 45 minutos de caminata, pudimos observar unos curiosos carros que se ofrecían a llevarnos al recinto del show. No imaginábamos que estuviera tan lejos! Dudábamos si debíamos subir ya que aun nos hacían falta 3 entradas, pero decidimos acompañar a Osito, y nosotros buscar nuestro pasaporte a la felicidad a manos de algún revendedor por ahí.

Estuvimos mas tiempo de lo planeado en aquellos carros, ya que estuvimos yendo y viniendo en busca de un revendedor, una y otra vez. Bajamos y salimos a comprar las entradas. Apenas nos vieron varios de los vendedores que pululaban por ahí corrieron hacia nosotros en busca de ofertar su producto. Uno de ellos se empezó a poner faltoso, nos acosaba a pesar de decirle que no, y Lalo casi le pega cuando se quizo meter con Ani. Yo la agarré por los hombros y nos alejamos de ahí, y en nuestro escape una señora inteligente nos ofreció unas entradas al precio original. Yo desconfiaba de ella, pero cuando se ofreció a acompañarnos, me calmé y la seguimos de vuelta adentro. Tomamos (de nuevo) otro de esos carros que nos llevaban al escenario. Todo el camino me la pasé rezando que las entradas fueran verdaderas.

Llegamos y nos pusimos en la cola, esperando el momento del juicio final. Avanzabamos rápido, y yo seguía nervioso. En eso nos tocaba a nosotros. Cogieron las entradas y las pusieron bajo esa maquinita detectora que tenían los controladores… Yo tenía el corazón en la boca. En eso una luz sale de la maquinita.

Luz Verde. Eran verdaderas. Lo logramos. Logramos entrar!...

1 comentario:

jhonatan dijo...

wowwww de todo lo q m perdi!!!!