viernes, 16 de octubre de 2009

Sarah Brightman fue la música en Caracas

La gran diva clasica ofreció un recital de dos horas en Caracas

Por Roberto Rodríguez M.
El Universal de Venezuela.


La sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño fue anoche la sede del único recital que ofreció la cantante inglesa Sarah Brightman en Caracas. Con pocas butacas vacías en la sala y caras conocidas como las del diputado Calixto Ortega, el empresario Carlos Dorado y la actriz Marlene Maseda, el concierto empezó puntualmente a las 8:30 de la noche.

En un escenario desnudo de cortinas donde se veían tres módulos bañados por luces violeta para alojar a los músicos, Brightman irrumpió con un vestido rojo de vaporosa falda y ajustado corset, tras la entrada de la sección de cuerdas, coristas y demás intérpretes al escenario.

"Fleur du Mal" fue el tema de apertura del concierto que logró que la gente se pusiera de pie para recibir a la artista. Ella, agradecida, se incorporó al escenario sonriente y con los brazos en alto. Su canto estuvo acompañado de movimientos de su amplio atuendo que jugaba con el aire que emanaba de las máquinas en la boca del proscenio y que también hacía volar el largo y ondulado cabello de la cantante.



La soprano saludó en español a los asistentes y dijo "buenas noches damas y caballeros, estoy muy contenta de estar con ustedes aquí", lo que despertó una fuerte ronda de aplausos por parte del público.

Tras sus palabras, Brightman entonó "Gótica", "Symphony" y luego el tema "It's a Beautiful Day". La inglesa salió del escenario y regresó enfundada en un traje que asemejaba una túnica plisada en tono azul verdoso metalizado.

"What a Wonderful World" fue la canción interpretada después de este primer cambio de vestuario de la noche. El tema lo presentó con arreglos cercanos a la tendencia world music, cosa que fue muy aceptada por sus seguidores.

Brightman rescató otro clásico e hizo una fiel versión de "Dust in the wind" del grupo Kansas, a lo que el público respondió coreando frases de la canción.

Al repertorio de la noche se sumó el tema del grupo Queen, "Who Wants to Live Forever", que tras acabar, permitió a la ex esposa de Andrew Lloyd Webber salir de escena para otro cambio de atuendo.

La cantante regresó está vez luciendo un elegante vestido negro de estilo sirena. Con esta imagen, se dispuso a cantar "Hijo de la luna", tema original del grupo español Mecano y que inmortalizara la voz de Ana Torroja.

Inesperadamente, el fondo del escenario se convirtió en una cúpula celeste iluminada por cientos de pequeños bombillos que simulaban estrellas y un baño de luz violeta. En este marco, fue "La Luna" el tema interpretado por Brightman, donde hizo gala de su pasado como intérprete lírica.

Una salida más del escenario le permitió volver envuelta en un sugerente traje negro y botas cercanas a la estética sadomasoquista, lo cual generó silbidos de algún caballero del público. "Nella Fantasia" fue el área a la que dio vida la voz de la delgada cantante en ese momento.

A la presencia de Brightman en escena se sumó la del tenor suizo Erkan Aki, con quien la inglesa interpretó dos dúos, primero "Canto Della Terra" y luego "Sarai Qui". El público reaccionó de manera favorable al cambio y no dudo en regalar sus aplausos y vítores a la dupla.

Un cambio más de vestuario implicó la salida de la protagonista de la noche para retornar radiante en un traje bordado blanco casi nupcial, con el que entonó el área "Nessum Norma" acompañada de la banda e impecables solos de la mandolina. La sala en pleno se levantó de sus butacas para aplaudir esta pieza que fue el final del primer acto del concierto.



Un intermedio de 20 minutos reintegró a los asistentes a sus puestos para disfrutar del tema "Harem". Brightman llevaba un ajustado traje transparente y bordado con cadenas y monedas color bronce que ya había mostrado en un tour anterior. "Stranger in Paradise" también fue incluido en este set.

Un nuevo vestido cubrió la menuda humanidad de la soprano, quien en esta ocasión apareció con un atuendo blanco de volantes para cantar "Scarborough Fair", "He Doesn't See Me" y "A Whiter Shade of Pale".

Un atril entró en escena para sostener los papeles con la letra del tema "Pasión", que en español, la cantante compartió con el contratenor argentino Fernando Lima. Junto a él también interpretó una versión del "Ave María".

"Wishing You Were Somehow Here Again" despidió a la artista con este cambio de atuendo para que luego reapareciera con un vistoso traje rojo con falda de plumas con que la cantante permaneció hasta el final del recital.

Los sonidos de las lágrimas de cristal de una araña fueron el preludio para que los primeros acordes del tema central del musical "El Fantasma de la Ópera" – estrenado por ella en el papel de Christine en 1986- emocionara a toda la sala al punto de levantar a los asistentes de sus asientos nuevamente. En este icónico tema, Brightman estuvo acompañada una vez más por el tenor Erkan Aki.



"Time to Say Goodbye" fue la canción elegida para cerrar el show, no sin antes de que la intérprete agradeciera al público y notificara que era el momento de la despedida. Una ovación de pie fue la respuesta de parte de la sala para con la cantante, quien volvió a escena para el bis que exigía a rabiar el público con sus aplausos y bravos.

La balada "Deliver Me" y el area con arreglos techno "A Question of Honour" lograron hacer que la gente incluso bailara y brindara otra ovación a la diva que desapareció del escenario junto a todo su equipo.

Tras el concierto, Sarah Brightman tuvo un pequeño y breve encuentro con algunos de sus seguidores, con quienes conversó y se tomó fotografías, además de recibir de ellos algunos presentes, entre ellos, una muñeca rusa "matrioshka" de parte de un joven caraqueño, la cual sorprendió gratamente a la cantante quien confesó en ese momento coleccionarlas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente descripcion y muy buena presentacion de tu nota.
gracias

EmanuRojas! dijo...

Muero por ir al concierto... buuuu... =(

STRAVOUTZKY dijo...

Sarah Brightman es unica